Tuesday, January 13, 2009

El parque del Periodista




En esta ocasión, el último día que estuve en Medellín pude conocer El parque del Periodista, guiado por Victor y su amiga Soledad, los cuales cumplían su rol respectivo de Virgilio y Beatriz en una zona de la ciudad por mí desconocida.

El pequeño parque se trata del lugar suburbano por excelencia de las ciudades y pueblos donde se reúnen las distintas tribus, los jóvenes convergen alrededor del gusto por las drogas y tanto traquetos como proxenetas desarrollan sus actividades con relativa libertad, alrededor de una policía que sólo interviene en los casos necesarios.

En el libro LAS SIAMESAS ASESINAS, Rubén Vélez presenta a manera de pieza teatral el diálogo reiterativo y oscilante entre dos maricas maduros y fracasados que recorren los mismos lugares eternos de una ciudad asfixiante en la búsqueda de la realización de un deseo que ya les repele, excluyéndolos del discurso imperante del placer y situándolos en la dolorosa realidad de lo indeseable.

A continuación reproduzco la recreación que hace Marco Esteban y Sergio Alonso, coproantagonistas de la novela-teatro de Vélez, del Parque del Periodista en cuyos alrededores pueden despreciar las diversas especies que lo recorren:

EL PARQUE DEL PERIODISTA


MARCO ESTEBAN: Oh libertad que perfumas las montañas de mi tierra, deja que aspiren mis hijos tus perturbadoras esencias...

SERGIO ALONSO: No nos hagamos ilusiones, que este parque no huele a Eleusis. Seguiremos en las mismas, eso sí, un poco menos tensos.

MARCO ESTEBAN: Islas libertarias que huelen a semen, islas libertarias que huelen a mierda, islas libertarias que huelen a yerba... Y después dicen que la ciudad de la eterna primavera y la eterna tiradera ya no es habitable.

SERGIO ALONSO: Lástima que estos muchachos prefieran la traba a la trabazón de los cuerpos.

MARCO ESTEBAN: ¿Hemos venido a aspirar o a suspirar? Creo que la pasaríamos mejor si sólo pensáramos con los pulmones.

SERGIO ALONSO: Huy, hermano en la cannabis, si no fuera porque tienes un no-sé-qué de caníbal, me sentiría en un mundo cabal... Huy, hermano, hoy me siento raro; en vez de sembrar cizaña, me ensaño con un manojo de yerba maldita.

MARCO ESTEBAN: Cuando yo tenía la edad de estos alienígenas, me trababa a punta de libros; y claro, cogí fama de intelectual, y a veces me invitaban a encuentros cercanos con la profundidad y la trascendencia. Uno de los círculos sublimes que más frecuenté se llamaba "Grupo de Prospectiva Medellín 2000". Ahora caigo en la cuenta de que no adivinamos ni una: no hay ningún parecido entre la ciudad de postal que imaginamos hace treinta años y la ciudad de cartel de hoy día.

SERGIO ALONSO: ¿Ni siquiera aparecieron en tu bola de cristal los treinta bares, los diez saunas y las cinco discotecas donde podrías encontrar la felicidad? ¿Ni siquiera adivinaste los círculos donde te tocaría esperar a Godot todas las noches?



Vélez, Rubén. LAS SIAMESAS ASESINAS. Transeúnte Editor. Medellín, 2004.

1 comment:

Anonymous said...

ME PARECE UNA MALA NOTA CREO QUE DEJASTE DE UN LADO LA CARA AMABLE DEL PARQUE PARA DEARLE MAS RELEVANCIA A LOS MINISCULOS INCONOS DE MALDAD QUE MUY DEVES EN CUANDO APARECEN PERO SON SOLO ESO MINIMOS

LA VERDADERA CARA DEL PARQUE DEL PERIODISTA ES AMABLE DONDE LA DIVERCIDAD CONVERGE ENTRE LA TOLERANCIA Y EL SANO ESPARSIMIENTO DE LA GENTE EN EL PARQUE DEL PERIODISTA PUEDES SER TU MISMO NADIE TE DICE NADA EL DESCONOCIDO ES TRATADO COMO UN AMIGO

EL PARQUE DEL PERIODISTA ES TAL VEZ EL UNICO LUGAR COSMOPOLITA QUE TENEMOS Y UN GRAN ESPACIO PARA COMPARTIR LA CULTURA DE CIUDAD