Thursday, December 29, 2005

Martes, 27 de Diciembre.

Qué más apropiado que hacer el conteo de final de año con la canción de FIFA 2005.



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Este año termina. En retrospectiva hubo más risa que lágrimas. Eso define un buen año? Algunos cambios radicales, algunas rupturas contra mí mismo y contra el mundo. Mi cara recordará el año 2005. Provengo de una religión (región) donde se sobreviene al intenso dolor de una supernova en perpetuo estallido. Si es consuelo en que resides, si es amor lo que das: te falta cultura para entender el lugar del cual he emergido. Y las cavernas de lo que sentía, el azul del que creía proceder, nada era real en un momento en que su propia vida era la negada. Pasar las noches, era permanecer en palabras.

Aufgepaßt - ich komme!
Zeig dich nicht!

Feliz año y que las estrellas prepotentes y sordas del firmamento acompañen su ruta.

Herr Luis.

Thursday, December 15, 2005

Jueves, 24 de Noviembre: HALLUCI - NATION

Acongojado no doy razón de nada ni de nadie, mas de los sueños que alguna vez tuve... En esa semana había sido presa de un extraño sueño que me tenía mucho más desconcertado que nunca. Al primero en comentárselo fue a Eme. Chico, respondió, finalmente salen a la luz tus inclinaciones sexuales. Luego se acercó Paola y nos preguntó sobre qué hablábamos, no quise responderle pero Eme se me adelantó y le contó todo. Chico, fue lo que comentó, por fin vas a reconocer tu verdadera naturaleza femenina. Fuck You, les dije. Así que tomé el trípode que Eme me acababa de prestar, me despedí de la profesora y me largué apresurado puesto que ya iba tarde a la cita con Jay. Los audífonos jodían una vez más. Juro solemnemente que si me vuelvo millonario algún día indemizo de por vida al inventor que logre crear el par de auriculares que me aguanten algo más de un mes. Sólo podía escuchar por uno, así que me quise incorporar a la dinámica que la prisa me exigía: Infected Mushroom sonaba con tanta fuerza que haber tenido dos canales de salida para su psicodélico sonido hubiese rayado en lo criminal. Bajando por el camino de la gran mole que conocemos como Biblioteca observe a uno de los canallas que perpetró contra mí la vez pasada. Me detuve y lo observé con tranquilidad. Ven amigo, sí, tú, el hip hopper con cara de chupavergas, ven tú, solito, ya que no estás con esa pandilla de criminales con los que te refugias, uno contra otro, una pelea justa ¿has escuchado ese término o tal vez tu lingo rapper lo desconozca? Soy un chico que viste de negro y no le teme a un lamevergas de ropa ancha, vamos a desmadrarnos. El rapper siente el oprobio de mi mirada, trata de buscarla pero la rechaza apenas la encuentra, fija y envenenada. Escucho ahora a todo voltaje Nine Inch Nails, me dirijo hacía su apestosa existencia de imitación de reggaetoner, le arranco la gorrita de beisbol, escupo en esos estúpidos ojos de intoxicación herbal. Le propino un golpe a esa estúpida jeta cuadrangular con el trípode. Le muerdo un brazo y le arranco un pedazo de piel. Grito: Muerte al rapper latino, muerte al rapper cobarde. Puede balbucear un: No, man, please don't do this to m... Qué, qué dices asshole, le respondo con un certero golpe en todo su trasero con el gigantezco trípode del señor Eme. Un bulto de carne envuelto en ropas anchas yace en medio de la improvisada plazoleta que circunda una mole llamada Biblioteca. Observo las horas que se deslizan en los relojes y me apresuro para la cita con Jay. Tomo un pequeño bus que se esfuerza todo lo posible por andar lento y joderme la existencia. Me la tomo con calma y trato de esquivar el pretencioso sol que atraviesa los cristales oxidados de las ventanillas. Jessica vuela, ahora probablemente se encuentre en un paisaje del Congo, rodeada de miles de anchas espaldas de hombres con una piel hermosamente envuelta en la espesura de su oscuridad. En la 63 con séptima me bajo. Pasando por el Carulla encuentro los hermosos ojos desorbitados de A. Piam. Iba hablando en un tono desenfadado con el Demonio. Los saludo y les grito: para dónde van par de locos desquiciados? Me responden: Al edificio condenado, quieres unirte Luis? La pienso dos veces. Sigo derecho, paso por Lourdes y puedo ver a dos hermosas adolescentes punkeras. Me pregunto por qué tanta razón de decadencia en dos jóvenes tan lindas, esa tristeza que lo albergó todo bajo la apariencia de rudas crestas, taches, medias de mallas. Vidas que se pierden con el suave ronroneo de millones de pastillas rubinol. Ahí va Luis, le dice una a la otra. Se me acercan y yo salgo corriendo. Puedo ver como un automóvil estrella a un muchacho de cresta ridícula. La manera en que los pepos siempre mueren: los carros. Les grito desde el otro lado de la orilla: I'm a Spaceman, in another space and time. Cruzo la calle donde los ladrones se ferian las carteras de las desprevenidas provincianas. En la estación del transmilenio puedo encontrar con facilidad la alta figura de Jay. Me hago la estatua y él me captura con su miope vista. Vamos hacía la Fundación Universitaria de Los Libertadores. El sol me aplasta prepotente. Jay planea la manera más efectiva para poder ser aceptados dentro de la comunidad internacional de Tecnopaganos. A pesar de compartir la mayoría de creencias del movimiento y de profesar admiración por la Sant@rlan, no puedo tolerar la idea de la vida eterna. No obstante lo que me fascina de este tipo de movimientos y por la cual me considero más cercano a la ideologia cyberpunk es en la apelación al mejoramiento de la condición humana por via tecnológica. Ya el cuerpo no ofrece nada más por sí sólo. Fue el principio de la primera generación de profetas de la era psicodélica los cuales ahora optan por el desarrollo de la técnica para acceder a las experiencias de percepción más allá de las limitaciones sensoriales y epistemológicas que conciernen a la condición orgánica humana. I wish I was Half Electronic. The last Shreds of skin are in the sweet sunling. And I've turned into this smiling, snarling monster. As I watch the walls descend, as I watch the walls descends like stars. En la entrada de la fundación entrego mi denuncia de pérdida de documentos a la señorita de la recepción. Entramos a la sala de espera de la facultad. Le cuento mi sueño a Jay. Todo sucede como una absurda escena de película porno. Estoy frente a tres rubias desnudas con inmensas tetas y labios rojos de silicona ardiente. Una me besa apasionadamente y siento que su lengua me quema con un ardor sexual extraordinario. Otra se masturba distante. La tercera se acerca con su brillante carne blanca, convertida en toda una criatura del uso sexual. Me sienta en una cómoda silla de dentista y empieza a besarme todo el cuerpo desnudo. Me chupa la verga un rato, con una concentración de matemático impresionante. Finalmente me levanta el pene sólo para encontrame un segundo sexo, un sexo femenino. Ahora estoy provisto de vagina y pene. El descubrimiento parece divertirla junto a sus amigas. Se acercan todas y comienzan a jugar con mis dos sexos. Soy una hermafrodita devorada completamente por el embrujo de tres brujas pornográficas. Una se lame golosa un gigantezco y firme dedo acabado en esmalte carmelita. Con el mismo dedo me penetra, yo grito del placer y cada vez el ritmo del dedo es más consistente y fuerte, el gozo incrementa y yo despierto en la más inmensa tristeza, soledad y aturdimiento de mi alcoba. Eins fur mich eins fur dich gibt es nicht fur mich. Jay desenmascara el carácter abyecto del sueño: Luis, tú de hermafrodita serías horrible. Mientras esperamos cruza una forma femenina que más coincide con las formas de las porcelanas que de las mujeres ordinarias de la calle. Bajo al baño y en las escaleras me reconoce alguien. Se trataba de una antigua profesora: Nancy Ballestas es su nombre. La recuerdo porque alguna vez en clase para tratar de abreviar la definición de lo que se trataba la cultura híbrido me señaló: Por ejemplo Luis, fiel representante de la cultura híbrido. Joder, qué incómodo fue. Recuerdo que también gracias a ella gané un mal merecido premio sobre un trabajo de culturas híbridas. En realidad quise hacer un trabajo muy bueno sobre la hibridación cultural que se presenta actualmente en las culturas de razas negras y como ejemplo paradigmático la fusión cultural que se vive en el GalaxCenter de la carrera 10 con 19. Desafortunadamente mi compañero de trabajo, un tal Camilo Rojas, optó por la pésima idea de la formalidad. Quiso hablar con el supervisor del centro comercial para pedir permiso para el trabajo y lo que logró fue brindarle un rato de diversión a nuestras expensas al maricón encargado. Le insistí a Camilo: joder Camilo, si esos negros son mis parceros, si hablamos directamente con ellos no pasa nada. El muy estúpido bobalicón lo que hizo fue decirme que lo mejor sería "ahorrar" problemas y hacer las cosas por el buen camino. Fuck el buen camino mi amigo, ese camino no conduce a nada. Por ese camino obviamente no conseguimos nada sino puertas cerradas.. así que nuestro trabajo se estropeó por la ineptitud y corrección de mi compañero: me enfadé y le dije: haz tú esa mierda, I'm Done. Lo que hizo fue un collage vulgar, horrible y de mal gusto de zapping de televisión. El hecho de que hubieramos ganado se debió sencillamente a que yo estuviera involucrado en el trabajo y definitivamente todos mis compañeros pensaban que yo era un espécimen híbrido por esencia, por eso nos escogieron, por eso ganamos. Qué mierda ganar por ser lo que uno más odia. No obstante, a pesar de estar en el mismo sitio en el que me condecoraron y de ser la misma profesora que me premió, no pude dejar de sorprenderme que me recordara. Me fastidia esa idea de ser recordado, siempre busco ser olvidado lo más pronto posible y pasar lo más desapercibido. Finalmente llegó el profesor llamado Vespaciano Jaramillo, jefe de redacción del periódico La República. Le hicimos la entrevista. En la entrevista mi único aporte fue acomodar la cámara al trípode. Mientrás el profesor respondía a las preguntas de Jay sentía mi cabeza pesada y solía cerrar los ojos por algunos intervalos de tiempo. Vespaciano Jaramillo a veces se sorprendía de mi desfachatez y volteaba a mirarme. Asentía tontamente con la cabeza y volvía a perderme en medio del pesado sueño. Nos despedimos finalmente del profesor y salimos de Los Libertadores. El sol pegaba duro afuera y yo sentía el hambre en mi cuerpo. Tenemos que comer algo Jay. No, no hay tiempo Luis, ya es hora de clase. Tomamos un bus por la séptima. Recordé los días en que las luces de la ciudad nos abrigaban, escuchábamos chill out, hablábamos de filosofía barata, cantábamos, nos abrazábamos y el ritmo de las pulsaciones cardiacas aumentaba, la cerveza escaceaba y en cada instante bajábamos por más en el vecindario de los muertos. Al llegar a la Universidad al primer sitio al que nos dirigimos fue hacía el Oma. Una banda de rock aullaba por la terraza. La degeneración del sueño de rockstar que nos vendió Mtv, dije a Jay. Jay se lamentaba por el destino de la Fender stratocaster que chapuceaba el intento de diva. Esta banda de niños lindos me hizo recordar a las bandas para niñas como Hoobastank o Bratz. Hace mucho se perdió el verdadero espíritu y ser del rock para volverse cosa de retrasados mentales(léase: Peinados Nuevos, Juanes, mezclacintas, Lascivia, Divagash, koyik-utho, San Alejo, 1280 almas, Octubre Negro). Un David Bowie, Iggy Pop o Lou Reed por estas tierras no florece ante la aridez mental de los músicos. Jay me dice: Luis, en realidad tenemos que hacer algo, tenemos que tocar. Pienso que siempre es la misma mierda con Jay. Jay en realidad es talentoso, canta bien y toca bien, tiene espíritu y alma de verdadero rocker, pero joder, jamás puedes programar nada con él. En clase la profesora invita a un cucho que trabaja en la bolsa para hablarnos del dinamismo de la bolsa. El auditorio se entusiasma al escuchar que el invitado es egresado de la Universidad. Jay hace intervenciones sobre el pasado de la Universidad. El viejo no deja de quitarnos la mirada durante toda la exposición. Luego, averiguaría Jay, el profesor comentaría su sorpresa al ver un ramo de extrema izquierda en el salón. Mierda, me retorcí, nada más ajeno a mí que los estúpidos ideales de la izquierda, a mí que no me metan en ese paquete. Soy un chico de derecha de avanzada, Uribista y tales, nada que repudie más que un maldito monje ortodoxo de la izquierda. Salimos en medio de clase y nos despedimos. Proseguí al sur de la ciudad muerta donde los ecos sopesan las presencias.

Thursday, December 08, 2005

Lunes, 21 de Noviembre.

Atravieso la densa noche de una ciudad corrupta que se pierde tras la niebla de la cordillera. En un momento determinado considero que está a punto de revelar su código secreto cuando se desvanece como un espectro fantasmagórico que se diluye tras el umbral del sueño y la vigilia. Son las cuatro de la mañana y sigo en busca de nuevas entidades de la cuales pueda obtener información sustancial acerca de la condición del Inorgánico. Puedo detectar la significante pérdida de melanina en el rostro al transcurrir el paso de las horas que abren el alba a la bóveda celeste. El frío empieza a hacer de las suyas en los dedos que ya no aciertan en dar con las teclas indicadas. Me recuerda en todo el dolor en el que creí y viví por el espacio de 909 años. Dices letras, dices que hablas, sueñas, mueres en letras. Las letras no las creía, es de madrugada y las letras permanecen aún cuando no acierto en las teclas. Despierta ahora, es tiempo de volver a intentar en la restauración de códigos. Los ojos saltan, se enrojecen y se resecan con aspereza. Todo esto te parece familiar? Hi ho! Una ducha rápida, un desayuno a medias. Dónde han estado, pregunta Ian Curtis. Where have they been? Where have they been? Where have they Been? Where Have they Been? En la calle el frío se adhiere a los pulmones y te tumba, deshaces tu traje, deshilachas tus sueños y adviertes que has andado en los charcos por más de la puta cuenta, entienden, es el charco rojo y es de mañana. Ahora vas por el intermediador conocido como Interfase 0, luna 0. I'll be waiting for a guide to come and take me by the hand. Could these sensations make me feel the pleasures of a normal man? I got the spirit or lose a feeling. Malditos farsantes todos. Nelson se acerca y me dice: entonces qué Luis y se ríe el maldito. Le doy un beso y le digo: come on Nelsiton, ando algo afligido, soy tu náufrago mi amor, soy la noche que se pierde en el rubí que guarda cada beso de travesti. Grito al océano: Nelsooooon, Nelsooooon. Karl y Santos no pueden contener esa risa. Jodido Luis, no es Nelson, es Wilson. Vamos a seis cincuenta y pedimos una ronda. Ahora Luis pierde el control de nuevo. Isabel se acerca. Isabel es su mesera. Isabel le invita una ensalada de frutas. He amanecido de nuevo con una prominente cucaracha en el pómulo izquierdo. Encuentro a Sandrita y le doy sentidas las gracias por ser tan buena gente. Hago la exposición sobre la comunicación interna y percibo quieto las horas que transcurren mientras modulo mi boca torpemente. Salimos del salón y le convido un café a Sandrita. Ella pide un granizado de café, yo un tinto doble: he trasnochado Sandrita, le confieso. Me responde que conoce un lugar en el que exterminan las culpabilidades, bajo costos, altos resultados. Le respondo que estoy interesado pero aún requiero de un poco más de tormento para realizarme la transferencia moral. La acompaño hasta el parqueadero. Estamos en la deadlyzone, estamos a final de semestre. Cada año el demonio del centro cobra para su propio apetito alguna persona en aquellas esquinas. Este semestre estuve cerca pero fue mi amigo El Demonio quien me tomó del brazo, me dijo: eh Demonio, Párate ya hermano o si no te vas conmigo y es que la verdad el infierno es una boleta hermano, aquí no hay nenitas ricas y el porro era mejor donde el viejo Tony. Cuando vuelvo encuentro a los siempre favorables Eme y Paola. Me convidan de nuevo a un café. Les hablo sobre La Noche, la única, la inexpugnable, de mi cercanía en las muy tempranas horas de madrugada con las coordenadas de El Inorgánico. I am the One who chose my Path... I am the One who couldnt last... I feel the life pulled from me.. I feel the anger changing me. El cielo de la ciudad se rompe en cántaros de lágrimas. Les digo: hey vamos por una slice de pizza. Me dicen: Ok, pero antes tienes que oir la historia que te preparamos. Llueve, luego llueve. Saltamos por los charcos inmensos que se han empezado a generar. Paola me insiste en la historia. Le digo: puedes contarla bajo tu responsabilidad. Es otra historia de la ciudad de mierda en que vivo. Un chico va con sus amigos tras una fiesta regular. En el barrio en que vive se cruza con unos chicos de baja calaña. Estos otros chicos empiezan a buscar mucha bronca. Ellos no se dejan y así transcurren algunos intercambios de ofensas. Finalmente los chicos regulares deciden no tomarse muy a pecho la bronca y continuar su camino por la ciudad sin respuestas. De repente el chico protagonista de esta historia se devuelve a ver a sus contricantes verbales. Es lo último que vuelve a ver. Uno de los chicos de baja calaña lo alcanza con agilidad y le propina un patecabra en todo el ojo izquierdo. Paola me comenta: en este momento este chico yace en un hospital de dudosa reputación disputándose entre la vida y la muerte. Ojalá gané la muerte, decimos al unísono con Eme. Paola mientrás se termina su pizza insiste en que lo peor es que el victimario se conoce pero nada se puede hacer al respecto. Veo cruzar los ojos de A. Piam por la calle que cobra cada fin de semestre. Los chicos amigos de la victima obviamente observaron quién había sido el perpetrador. Al llegar al C.A.I se cruzaron con un semblante conocido. Era el padre del agresor. No quiero ver a mi hijo tras las rejas, les advirtió, si eso ocurre cada uno de ustedes paga. Conozco quiénes son, conozco dónde viven, soy omnipresente, omnipoderoso y mi mal no tiene fronteras. Eso era lo peor, según Paola. Salimos a clase. La profesora ha dejado de ir por mucho tiempo. Es un desahucio de actividad académica que cuenta con toda nuesta gracia. Paola dice que considera que los concursos de belleza deben contar con el interior bello de las personas y no sólo con las caras bonitas. Nos reímos con Eme. Eme le responde: todavía me considero un soñador, creo aún en el amor, en la gente.. pero el cuento de lo profundo y lo superficial ya hace mucho dejó de sonar por estos lados: sobre todo en la belleza, no existe tal cosa como belleza interna o belleza interior: si eres feo afuera eres feo adentro. Aparece Jay y Libby. Entro con ellos al aula. La profesora ausente envía a una asistente para cordinarnos una tarea. Se trata de una mujer adulta, blanca, abundante cabello negro y carnosos labios rojos. Le digo a Jay que da la impresión de actriz de película italiana de Porno. Me responde que no sea cochino pero le tira una mirada fatal a la catana. Finalmente salimos de ese circo y nos volvemos a encontrar con Eme y Paola. Me despido de Jay a la salida de la Universidad, puesto que él no puede salir ya que ha sido desprovisto de sus papeles. Me doy cuenta que la mayoría de gente con la que trato anda indocumentada, al igual que yo, tal vez no se trata de una mera casualidad, tal vez el destino espera algo horrible para nosotros, algo innombrable en archivos clasificados. En Nelly Boom hablamos del carácter con mis compañeros y luego cada uno parte cabizbajo a su casa. Mierda, es el cumpleaños de mi madre y se me ha olvidado por completo, le confieso a Eme. Eme responde: Lo único olvidado por completo somos los hombres a los ojos de Dios, Luis, el resto no importa amigo, consume drogas, visita putas, emborráchate y cágate los pantalones mientrás duermes en el transmilenio: no hay más razón para nosotros que la burla y el ridículo. Misery is the river of the World suena en el bus. Un anciano sigue el ritmo con la caja de dientes. Me duele el liver y vomito durante el resto del trayecto por encima de la ventanita triste del bus. Quiero que corra como nunca, deseo que se dé prisa, sé que mi madre parte hacía el pueblo esta tarde y no quisiera que ella se fuera sin un mínimo feliz cumpleaños de mi parte. Es todo lo que puedo ofrecerle, me entristece ser tan pobre y miserable, pero sé que mi presencia le bastará. Toda madre se basta con la presencia de su hijo por más que el hijo sufra por estar vivo y lo único que desee es la muerte y la Noche. Lleno de vómito, lágrimas y dolor en unos ojos enfurecidos, rojos y ausentes, me bajo del bus espectral del atardecer rojo. Oiga bruto, grita una linda joven y le hago pistola con mis manos, le saco la lengua, me rio y me caigo en un charco. Deshaces tu traje, tu peinado, deshilachas tus sueños, te defecas y adviertes que has andado en los charcos por más de la puta cuenta, entiendes, es el charco rojo y es de noche. Deshecho deambulo un rato por el barrio, un policia amenaza con romperme los huevos y me alejo con prisa. Un vendedor de Maní me dice que si quiero fumarme un porrito con él y su esposa. Acepto. Nos dirigimos hacía una casita de latas en una olvidada esquina y nos sentamos en un frio colchón a fumar mucha marihuana. Luego de una tanda de gigantes bocanadas de marihuana me convida a cogerme a su esposa. La chica no está mal y acepto. Cuando le bajo los pantalones me doy cuenta que se trata de un tío, es un travesti el maldito, pero la marihuana ya me ha hecho efecto y no me importa. Mientrás me tiro al tío me doy cuenta que el vendedor de maní se transforma en una horrible polilla que vuela abruptamente por el poco espacio de la habitación deplorable. Hace un ruido invertebrado fascinante y penetrante hasta los huesos, un zumbido aterrador que te podría dejar estúpido por toda una vida. El tío empieza a reir con risa de marica reforzada y la escena me resulta tan cómica que me olvido del agujero del travesti y empiezo a reir frenéticamente también. Reimos durante un buen rato, contemplando la polilla volar y tropezar con los humildes muebles del cuarto. El tío se levantaba en ocasiones, le arrojaba manojos de maní simulando molestia y gritando: hijodeputa uno no se mete lo que vende. Era divertidísimo el número de este par de rufianes y ya sin poder contener la respiración del ataque absurdo de risa me tiré a la hierba del exterior del cuarto a contemplar el firme brillo de Marte cerca a la Luna. Recuerdo entonces que es el cumpleaños de mi madre y retomo mi camino. No me molesto siquiera en despedirme del estupendo par. Me divierto en el camino pensando en cada locura renovada del joven polilla y su travesti y me tiro por un tiempo en los charcos rojos a reir y llorar a la luz del planeta rojo. Al llegar a casa la soledad y la penumbra me golpean. Ya todos habían partido. Yo también en algún momento decidí partir para siempre, sólo que nunca pude darme cuenta cuándo. Ahora sólo era un corpúsculo de soledad andante en medio de la más inmensa soledad de casa.

Monday, December 05, 2005

Sábado de Ataques Masivos. 19 de Noviembre.

Nada nunca sucumbe y tu mundo siempre a la deriva, de la luz a la noche es menos ostentoso y fuerte que de la noche a la luz. Los ojos que se dilatan y saltan por las calles. E ir muriendo frenéticamente por todas las calles, dejar regada tu sangre en cualquier callejón, las esquinas se vuelven un buen lecho de muerte, esas mismas esquinas que vagabundos y transeúntes crónicos orinan y cagan y pisan y olvidan. Tumbas, sangre, Una sola noche, la toxina botulínica derramada, los muertos, las tumbas, sus vecinos, algunos amores, todo lo que se olvida. Ahora vamos con Kira por un extraño colectivo de gente con mirada perniciosa y alientos putrefactos. Los lentes de sol me protegen de los arrogantes rayos de un día catatónico. Al pagar, el colectivo arranca con ímpetu, casi me derrumba y Kira ríe porque sabe que Im On Fire... Cause you know Im on Fire, when you come. Nos sentamos juntos, ambos andamos preocupados, a veces el sueño me apodera y me sorprendo cabeceando un par de veces. Kira enmudece en tristeza y una infinidad de preocupaciones. No intento siquiera sentir pena por ella, también me veo jodido, aunque por alguna circunstancia el estar tan jodido no me afecta del mismo modo como le afecta a Kira, por lo que deduzco fácilmente que ella está más jodida que yo. Veo en el rear view mirror una pareja de jóvenes fámelicos, pálidos y en desvanecimiento, ambos muy juntitos el uno al otro, durmiendo y deviniendo sueños ligeros de pesadas vidas jodidas. Un par de jóvenes con aspecto de junkies terminales se despiden en una vieja esquina abandonada del centro histórico de una ciudad sin rumbo. Contar ahora las piedras que me dirigen de un sitio determinado a otro aún no tanto, en busca de algo que sé es una batalla perdida. Una sombra en perpetua difuminación se pierde al paso de los agitados minutos.

Thursday, December 01, 2005

Viernes en el cielo de un hombre que usa sombrero. 18 de Noviembre.

Una fuerte y concisa erección se encarga de levantarme tras haber levantado las sábanas. Un mugroso ratón me da los buenos días: "buenos días señor abejorro, cómo amanece? veo que se ha levantado con una muy fuerte y concisa erección". Le doy un beso en el bigote, le arrojo un pedazo de queso y pongo a sonar fuerte la música. Prendo el computador y grito que me sirvan el desayuno. Desayuno un pedazo de hombre congelado y me empalago tal vez en una uña encarnada. Arrojo las napkins en el escritorio y empiezo a pensar que es un viernes normal en el cielo de un hombre que solía usar sombrero y gafas rojas. Escribo el informe al Diario Malédiction. Las manos me tiemblan, el teclado se inunda de sudor, los vasos de mis ojos estallan en miles de trazadas líneas rojas. El ratón con aire insolente se me acerca y me reclama: entonces qué Señorita Bumblebee, ya acabó o toca partirle ese culo para que se mueva? Le respondo con evasivas al pequeño ratón y él se alcanza a percatar de los nervioso que ando. Me somete al peor de los suplicios y me golpea junto a tres machorras que no hacen más que morderme la pija y reír a todo volumen. Yo trato de escribir en el teclado, lloriqueo y sigo sudando como una prostituta dedicada. Mis manos se revientan y el teclado ahora hace parte de mí. El ratón con donaire me alienta: así me gusta ver a mis subalternos, los humanos sexuales: trabajar con esmero y amor. Me siento a descansar viendo tetas en el noticiero. Por qué está el cuarto tan frío? Trato de ponerme en contacto con L@in. No existe su número. Salgo a la calle y veo como la gente se tira de los edificios. Qué mierda pasa? Le pregunto al señor ratón. Ratón me responde: amigo, pasa que se ha caído el sistema MortiStar. -Hace cuánto? Le insisto. Me responde determinante con cara de tragedia: Hace dos horas! Tomo el primer coche que se me cruza por la Perez-siera. Una anciana androide me grita: joven es que está loco? Ratón le responde por mí: no abuela Fujitsu, sólo responde al fallo del sistema MortiStar. Escuchas un llanto contenido en tu oido derecho. Mala premonición de días rojos, piensas, como piensas, como piensas, como piensas, como piensas: nueva vida... abejorro, como piensas, como días, como rojos. Lo que necesito es un cura, finalmente decido. Me quebranto la puta cara en dos y llego a la facultad de Teología de la Universidad de la Salle sede Chapinero More. Por qué estás sangrando en la cara? Me pregunta la recepcionista. Necesito un cura, rápido, es urgente, cuestión de vida o muerte. La recepción se ríe a borbotones: si eres un abejorro, el término vida hace mucho que dejo de ser parte de tu léxico: de qué hablas luigi boy? Le replico seco: Fallo en el sistema, es lo único que necesitas saber. El guardia se me acerca, me toma del hombro y me recuerda: Las puertas Ante La Ley están cerradas a ti: volver mañana. Camino por todo lo que resta de la carrera quinta. Descubro los escondrijos de los estudiantes universitarios y los saludo a lo lejos con la palma de mi mano. Una chica con ojos de aletas de mariposa me dice: Oye Abejorro, a que no adivinas que estaré muerta! A lo lejos, con la palma de mi mano, la saludo. Bajo hasta la esquina fatal de los adioses. Pregunto al hombre que controla las mareas en las telecomunicaciones por la señorita L@in. Me responde con la cara sellada en tormentos: el sistema está muerto. Sobre la noche se teje una especulación tremenda que atañe a aquellas criaturas que están en el límite de lo irreal. Bumblebee deviene Untermensch y atravieza la carrera séptima, esquiva las terminales de hipodérmicas triangulares, salta por el monasterio de la carne negra y finalmente acude a la iglesia de la Universidad Santo Tomás de Aquino. Bumblebee renace (like always do), grita en medio de la cúpula que requiere un cura con urgencia. Es dirigido hasta el seminario. Allí conoce a un Fraile que le contacta con otro Fraile. El Fraile asiste a la batalla espiritual de otro viejo Fraile y no puede hacer nada al respecto. Espera el abejorro que le llegue la hora 18.00. Dos viejas de iglesia se le acercan y le piden limosna en términos de MB o GB. Diosx me ha cerrado las puertas una vez más. En un viejo mercado de telecomunicaciones primitivas pido noticias sobre la suerte de L@in. Una aborigen rubia me dice que ha podido sentirla, que intente, sólo en este medio es posible aforar esperanzas. Le doy las gracias a la vulgar pitonisa, pero por más que intente L@in sigue ausente de mis coordenadas. Vuelvo a la iglesia de la Universidad Santo Tomás y consigo hablar con un padre que me aconseja abandonar todo intento de contactar a Dios. Subo de nuevo hacía el puerto de los adioses fatales y le suplico al contolador de mareas ponerme en contacto. Insistimos sin cesar pero no había señal de respuesta de su vida en otra dimensión que no fuera esta. Me ardí mucho por dentro debido a la circunstancia insostenible a la que me veía. El viejo controlador de mareas entonces probó un viejo método de chuzar las líneas. L@in reaparece en la espesa selva de un sonido de frecuencias bajas. Quedamos a las 20:30. Me siento a esperar la muerte en el único café Kaldivia que aún subsiste. El café vuela de un lado para otro y finalmente es el ratón quien lo bebe y no yo. Obviamente soy yo quien lo pago. Llegó a la STAR de la tradicional Universidad Rosario de Mierda. L@in se resiste a aparecer en la noche. Le insisto a la plataforma MortiStar y contesta sin ningún problema. Sorprendido le pregunto: sabes que moriste toda esta tarde? Se limita a reir. Me invita a sus cubículo en Hotel Barato. Demoro un rato en encontrarlo, finalmente, más por suerte que por audacia, doy con él. En el poco rato dentro de su cubículo pude revisar sus contenidos textuales: demasiada poesía, chica... no es buena para el corazón. Nos arrojamos de nuevo a la oscuridad de la noche. Entramos por un instante a una terminal de ciberespacio. Mientrás ella conducía un turbio negocio en Bangladesh yo me embadurnaba el rostro con bloqueador solar. Chill-Out en unos viejos parlantes. Salimos a comer algo. Un par de hamburguesas en un viejo restaurante platónico de la zona. Una vez ordenada la cena, llega un par de extranjeros cargados de dinamita. Se voltean un par de veces a vernos con cara de interrogación. Nos preguntamos con L@in sobre la procedencia de su lenguaje. Finalmente el más viejo nos pregunta, con algo de agresividad en su vieja voz extranjera: qué hora es? Le respondo: las 9:30. Me replica con forzada amabilidad: Gracias. Suponemos con L@in que se trata de un par de israelís.. fucking israelís, siempre jodiendo todo. Al salir del restaurante platónico podemos apreciar intacta la estupenda explosión. Chasquidos de madera con acento extranjero provenían del viejo restaurant. Nos sentamos a ver el espectáculo de danza de mapalé en un lugar llamado Boca, antes conocido como underground. Alguna clase de grupo loco de gaiteros se presentaba en la zona. Nos aburrimos pronto y nos fuimos a fracasar en otro punto inédito de Malédiction.