Monday, May 21, 2007

Allegro 2005



Conoceremos la historia de Zetterstrøm. Zetterstrøm es un niño especial. Aislado de los juegos de los niños busca refugiarse ante el dolor de la vida en la entrega a la música. La maestra de piano constantemente le reprende: así no es Zetterstrøm. Cuándo aprenderás de tus errores? Zetterstrøm haciendo caso omiso, emprende su propia búsqueda en los sonidos que le apartan del dolor. Acaso no aprende de sus errores? Zetterstrøm demuestra ser un niño bastante prematuro y obra con madurez ante el sufrimiento. Lo que le resulta inaceptable, lo guarda en la cajita de lo definitivo. Lo deja ir. Y queda guardado, sellado para siempre. Y Zetterstrøm, que ha demostrado ser un niño bastante especial, aguarda como un tesoro el talento que le separa del dolor de la vida.

10 años suceden y el niño ahora es un reconocido pianista de su país, Dinamarca. Por una casualidad del destino, Zetterstrøm tendrá la fantástica oportunidad de conocer el amor de su vida. Andrea. Ella, sin quererlo, entrará a formar parte esencial de su vida. Vivirán al borde de su locura todo el tiempo que permanezcan juntos. En un recital, Zetterstrøm se adelantará a su novia y ella desaparecerá para siempre.

En el lapso de otros 10 años, en los cuales Zetterstrøm se alejará de Dinamarca, explota una atroz bomba en todo el centro de Copenhagen. Nada será igual para los Daneses de este lado y un territorio conocido como La Zona será impenetrable para siempre para el mundo exterior. Dicen que allí aún vive gente, que a veces se escuchan voces, pero La Zona, tras la bomba, se ha clausurado al público. La policia monitorea constantemente el lugar, ociosamente, pues La Zona, no es más que una imagen y todo intento de penetrarla es sencillamente imposible. Allí viven los recuerdos de Zetterstrøm.

Por su parte, Zetterstrøm es ahora un celebrado pianista mundial que vive en New York. Su música es irreprochable y su interpretación es magistral. Nada afecta a su música, el ritual algo excéntrico que Zetterstrøm ha adoptado de tocar de espalda al público y con toda luz apagada. Algunos mal pensados incluso han llegado a sugerir la tontería de que él no es quien interpreta o que lo hace para ganar fama. Pero son sólo sandeces. Un especialista de música, en cambio, objeta que esa costumbre no afecta en nada su calidad, que es excelsa, aún, cuando a su parecer, parece carecer de algo en lo profundo... tal vez de pasión.

Ahora nuestra tarea es hacer volver a Zetterstrøm a su lugar de origen, con la ayuda de un misterioso señor llamado Tom. Con la ayuda del chef de Tom daremos el primer paso. El primer paso será una falsa entrevista, en la que interrogado por distintos aspectos, como rodeo, finalmente se le soltará la pregunta fundamental: qué haría si le digo que sus recuerdos fueron secuestrados?

El proclamado director danés, Christopher Boe, famoso por Reconstrucción (2003), vuelve a sorprendernos con otra historia llena de frescos recursos visuales, una narrativa disruptiva, personajes complejos y reflexiones profundas acerca de las relaciones de pareja, la psicología y la sociedad. Todo parece valerse para escamotear la odiosa metáfora y volverla un elemento real dentro del mundo en que se mueven los seres de Boe. Por eso, no es raro el coqueteo con la ciencia ficción como fuente para reflejar de una manera óptima el mundo interior de los personajes - como también sucede en el caso de 2046, de Wong Kar Wai, como recurso radical y definitivo para volver a revisar la historia de In the Mood for Love- La ciencia ficción de este modo no es fin ni medio, es el fruto del movimiento lógico que debería enseñar hasta determinado punto los límites de la comprensión del universo.

La imagen psiconalítica del subconciente como un resguardo de imágenes dolorosas depositadas en cajitas en el sótano de la casa es tan vieja como lo es Freud, quien fue el primero en usarla, prometiendo que la tarea del psiconálisis es la de hacer limpieza a ese sótano en el momento en que las cosas ya empiezan a oler feo, que es cuando surgen las neurosis. En el cine tampoco es novedosa, en el 2003 la película basada en el libro de Stephen King, Dreamcatcher, hace uso de ella como un recurso fundamental dentro de la historia. Pero no molesta para nada en la película el agotado recurso de la caja, y en cambio, resulta suficientemente bonito, hasta un punto en que llega a estremecernos. Lágrimas? Si son un espectador mariquita de películas, como yo, con toda seguridad.

Hasta qué punto se deja de ser metafórico cuando se habla de sentimientos humanos? Acaso no nos son restringidas las Zonas de los amores pasados? Quién no ha sentido eso? Y sí... allí las vemos, en las calles, casi que evidentemente reales.. pero son impenetrables, inaccesibles, prohibidas y hasta impensables. Son sólo imagen. Y llegar a su interior costaría un viaje tan radical y forzoso como el que Zetterstrøm es obligado a tomar en compañía de Tom. Y Tom no parece ser otro que esa exigencia humana, conmovedora e imposible como la es la del amante que lo único que clama, en el silencio de la irreductible noche, es el recuerdo.

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