Wednesday, October 14, 2009

Un café con la ciencia ficción colombiana

Un café con la ciencia ficción colombiana
Luis Cermeño


El miércoles 30 de Septiembre, nos reunimos en un café del centro Internacional de Bogotá un grupo de amigos de la ciencia ficción convocados por la pasión que el género despierta entre lectores y promotores.

En esta oportunidad estuvimos: Antonio Mora Vélez, reconocido escritor del género a nivel internacional; Albio Martínez, historiador cultural y de ciencia ficción colombiana; Alberto Gómez Martínez, profesor de historia; Tabara Gutiérrez, de cienciaficcionarios Bogotá; Camilo Arias, biólogo marino y explorador de arcanos; y el autor de este blog.

En la reunión tuvimos la oportunidad de discutir de temas tan amplios como las nuevas tecnologías de redes sociales, el peligro que detenta su inmersión en la privacidad de las personas; sobre la escasez de libros de ciencia ficción en el país; Tabara nos contó su experiencia con cienciaficcionarios, hablándonos un poco de sus inquietudes, su historia y su modus operandi.



Al referirnos a la nueva y primera revista de ciencia ficción en Colombia Cosmocápsula, en la cual Antonio Mora Vélez participa activamente, se presentó la oportunidad para abordar la recurrida discusión sobre la definición del género, momento en que Mora Vélez afirmó: se llama ciencia ficción a falta de un mejor nombre. Es decir, se reconoce que se establece límites con el género fantástico, tampoco es realista, pero más allá poco importa si sucede en el espacio exterior o interior, si cuenta con tecnologías improbables o en desuso, si atañe específicamente a lo que se llamó alguna vez "literatura de anticipación". No importa. La idea no es restringir la literatura ci fi a una definición absoluta ya que, como alguna vez dijo Mora Vélez, se trata de un género que admite todas las tendencias, al tiempo que se reconoce es una escritura que se ciñe a cierta lógica que la diferencia de otros géneros como el fantástico o el realista (pero no por eso se reprime de jugar en estas fronteras).

En la segunda parte de la reunión hablamos de los precursores de la ciencia ficción en Colombia. Siempre había creído que los dos padres de esta literatura en Colombia habían sido René Rebetez y Antonio Mora Vélez. El mismo Mora Vélez se encargó de explicarme que aunque habían sido los primeros autores consagrados a escribir por esta línea y tener una obra como tal de ciencia ficción, no habían sido los primeros en escribir este género en Colombia.



Albio Martínez fue el encargado de hablarnos de estos primeros libros raros que sin lugar a dudas se pueden considerar los primeros en Colombia en hacer ciencia ficción. En su última investigación, aún sin publicar, Martínez estudió las novelas precursoras: Historia de 14 sabios (1928) de José Felix Fuenmayor; Barranquilla 2132 (1932) de José Antonio Osorio Lizarazo; y Viajes en zepelines que tendrán lugar en el año 2009 (1936), de Manuel Sliger Vergara.

Estas tres primeras obras que se reconocen sin lugar a duda como las fundadoras de la literatura de ciencia ficción en Colombia tienen el mérito de haber sido grandes propuestas con un interés renovador y visionario de la sociedad. Algunos de estos autores, que permanecen casi inéditos, tuvieron el valor de arriesgar una propuesta adelantada a las convenciones literarias de su época, algunos incluso sufriendo el rechazo y la burla de los críticos. No obstante, es deber del tiempo saldar cuentas y reconocer los méritos justos de cada quien.



Una sencilla reunión de fanáticos de la ciencia ficción en el 2009 no tendrá el mismo cariz espectacular que unos viajes en zepelines. Pero representa un clima de renovación y reconocimiento a la memoria de aquellos primeros soñadores del futuro en tierras colombianas.